jueves, 24 de junio de 2021

Delenda est PSOE

El proyecto PSOE es el que ha sido siempre: el famoso federalismo asimétrico. Esto se traduce en que Cataluña y los vascos pueden gobernar España pero España no puede gobernar ni Cataluña ni Euskadi. Los flujos de caja van directamente desde el ¨gobierno central¨ hacia estas autonomías privilegiadas que harán lo que consideren con el dinero de todos sin dar cuenta alguna fuera de sus comunidades ni ser fiscalizados por los demás. 

 Esto no es nuevo. Es la eterna lucha de los caciques locales con los poderes centrales. Los locales quieren más dinero y más poder, ofreciendo lo menos posible e incluso sin dar nada a los centrales ni justificar el gasto. Llevamos así desde los Reyes Católicos. 

 Lo que sí es nuevo es esa desafección y odio a los demás, esa construcción nacional que lleva 40 años instalada en media España construyendo día a día el odio al resto, a los que pagan. Normalmente, cuando el odio rebosa el vaso, se equilibra con una guerra y sanseacabó. Las guerras son como el dinero, un mecanismo de reequilibrio cuando la situación se torna inestable. Lo que pasa es que nunca es predecible el ganador, ni el nuevo punto de equilibrio. Y hoy hay muchos tipos de guerra. 

 El PSOE sólo tiene un problema en España. Nadie que no sean ellos está de acuerdo con su proyecto federal. Su estrategia entonces es la de desequilibrar España para presentar su proyecto estrella como solución al desequilibrio, como alternativa a la guerra. Y lo intentan una y otra vez. Por eso polarizan. ¿Hasta dónde está dispuesto a llegar el PSOE para ofertar su federalismo como solución que nadie pueda rechazar? 

 Pues depende. Con 202 diputados no le hace falta tensionar a nadie. Con menos de 100, están dispuestos a todo, incluyendo aliarse con separatistas y comunistas y darles poder y dinero. Cuando se llega al borde del abismo, es muy fácil acabar cayéndose, pero nadie nunca cree que le va a pasar a él. 

 Por esto, el problema de España tiene un nombre. Se llama PSOE. Si no es Sánchez será Iceta, o Illa, o Patxi, o Martínez, o García. No el problema de España no es de apellidos. El problema de España es el PSOE.

miércoles, 26 de mayo de 2021

Váyase Sr. Ortiz

 

Váyase Sr. Ortiz.

¿Podemos esperar que con usted al mando las cosas vayan de otra manera? ¿Qué con usted al mando las cosas mejoren? ¿Podemos esperar que usted rectifique? 

Yo creo que no. Que usted no va a rectificar.

Y no va a rectificar porque usted no puede hacerlo. Usted no puede rectificar porque en el fondo no ve claro el camino y porque no sabe qué habría que hacer. Y si lo sabe no puede porque camina al ritmo que le marcan sus socios y peleles que pone y quita para no estar a la vista.

Usted no puede rectificar porque hacerlo equivaldría a enmendar su propia plana. A reconocer que debemos resolver problemas que usted mismo ha creado y consentido.

Usted no puede rectificar porque su principal preocupación consiste en salvar de un día para otro ese precario equilibrio en que se encuentra el club.

Usted no puede rectificar porque después de leer su comunicado ni siquiera considera que sea necesario hacerlo. 

Confía simplemente en que cambie el viento, que las circunstancias exteriores arreglen la situación, que se olviden los escándalos, y que mejore su suerte. Le importa muy poco el precio que los herculanos hayamos de pagar.

Usted no va a rectificar. Seguiremos oyéndole llamar unidad a la división, recuperación al estancamiento e impulso al desánimo. Llamará amigo a otro Ramírez, y equipo sólido al inestable, directiva eficaz a la inoperante, ética a la vista gorda, y esfuerzo a subir el precio de las entradas.

Usted no puede rectificar. Mientras usted siga en el Hércules no podemos esperar ninguna sinceridad, ningún cambio y ninguna solución.

Usted Sr. Ortiz, no está a la altura de las necesidades del Hércules. Y usted no está en condiciones de seguir al mando del club.

Podrá usted parchear situaciones para salir del paso, pero no puede estar al mando. No está en condiciones de abordar con rigor ni un solo problema. Usted no puede seguir en el Hércules. Usted que ha sido el causante del daño no puede ser quién lo corrija. Asuma la responsabilidad que le corresponde y váyase. Y no alegue más excusas.

No diga que está esperando a que venga otro a salvarle la cara. El verbo dimitir, Sr. Ortiz, se conjuga con responsabilidades económicas y no con hombres de paja.

El Hércules necesita un impulso y usted se ha convertido en una rémora.

No le pido que renuncie al club. No creo que dejar al club sin dirección sea positivo para el Hércules. No estamos hablando de los intereses de la afición, sino de lo que mejor conviene al club. Por lo tanto, no le pediré que renuncie al club. Usted es su legítimo dueño y yo no voy a discutir ni a entorpecer esa legitimidad.

En mi opinión -se lo digo honestamente- en un momento en que está en juego la dignidad del herculanismo, el prestigio del club, la credibilidad de sus acciones y decisiones, debería usted aparecer como el primer interesado por evitar el desprestigio y que se produzcan mayores deterioros en la imagen del club. Debería ser usted quién de ejemplo de entrega al servicio de la entidad, y aumentar el prestigio y la dignidad del club. 

En las actuales circunstancias, no le queda más que una salida honorable: presentar su renuncia ante la afición, y arreglar con el alcalde y otros empresarios alicantinos su inmediata substitución.

Váyase, Sr. Ortiz. No le queda ninguna otra salida honorable. 

Porque usted es el principal y primer responsable de la situación económica.

Porque usted el es principal y primer responsable de los casos de corrupción y del clima general de corrupción en el Hércules.

Porque usted es el principal y primer responsable de la degradación de la entidad Herculana para con el resto de instituciones alicantinas.

Porque usted es el principal y primer responsable de una directiva incapaz.

Resuelva su situación familiar, encuentre un sustituto junto con las fuerzas vivas de la ciudad, y prepare su sustitución. Pero hágalo ya, porque además de necesario es urgente.

Mientras usted continúe en el club, no se resolverá la situación económica, nuestro prestigio no se va a recuperar, la situación en el club se hará más precaria, y y la confianza de la afición se seguirá reduciendo.

Y lo que es normal, deseable y saludable en un club de fútbol debería ser también normal, deseable y saludable para usted. 

No le niegue al Hércules su oportunidad Sr. Ortiz. El Hércules necesita un gran proyecto deportivo que le devuelva confianza en sí mismo, aúne voluntades en los aficionados, que le fortalezca y que le permita renacer en busca de nuevas metas. Y usted ya no está en condiciones de ofrecérselo.

El Hércules necesita un acuerdo con las fuerzas locales que sea reflejo del espíritu de la idiosincrasia alicantina. Que respete a la afición, pero que garantice la continuidad del herculanismo. Y usted ya no está en condiciones de ofrecérselo.

El Hércules necesita una fuerte recuperación ética asentada en la responsabilidad, en el sentido del deber, en el cumplimiento de la palabra dada y en el compromiso con nuestra afición y con el club. Y usted ya no está en condiciones de ofrecérselo.

El Hércules necesita regenerar sus estructuras, que los responsables y sus departamentos funcionen mejor y ganen credibilidad. Que la transparencia y la responsabilidad sean la norma. Que los directivos den ejemplo de austeridad y que lo deportivo funcione. Y usted no está ya en condiciones de ofrecérselo.

El Hércules necesita reconstruir sus plantillas y empezar a jugar, recuperar sus equipos de cantera, favorecer la inversión en formación de jugadores, alentar a padres y educadores, fortalecer el vínculo del Hércules con la sociedad alicantina, controlar el gasto y jugar mejor. Y usted no está ya en condiciones de ofrecérselo.

El Hércules requiere una gran inversión en intangibles. Unos intangibles que ahuyenten el desánimo y movilice todas sus energías. Que le permita recuperar el entusiasmo con un proyecto de club atractivo. Que sirva de acicate para defender a sus aficionados y ser protagonista en España y en Europa. Y usted ya no está en condiciones de hacerlo.



jueves, 6 de mayo de 2021

Homenaje a los que votábamos a Ciudadanos… tiempo atrás.

 

Empezamos a votarles en Cataluña, cuando el nacionalismo obligatorio se hace completamente asfixiante. Un pequeño grupo de intelectuales provenientes del PSC (sector no nacionalista) se harta y decide montar una plataforma para promover un partidito. Arcadi, Boadella, Félix Ovejero, Francesc de Carreras, Teresa Giménez Barbat, escritores e intelectuales conspiran en un restaurante de la Plaza Real de Barcelona, el Taxidermista, que ya no existe.

Comienzan de cero, con un doctorando de Francesc de Carreras como candidato en pelotas. Sin medios. Sin televisiones. Sin ayudas. Sin prensa. Tres diputados al parlamento catalán. Toma 3 TV3. Un soplo de aire fresco y un clavo ardiendo para los no nacionalistas.

Recuerdo que los catalanistas nos traían autobuses de niños de instituto comandados por algunos mayores a tirarnos meados con spray y llamarnos de todo a los que entrábamos o salíamos de los reducidos mítines que daban en teatros y sitios pequeños. Me hicieron una foto con una cámara de aspecto carísimo al salir de un mitin de Ovejero en Martorell. Allí nos enseñó lo que era el PUC (Partido Unificado de Cataluña compuesto por todos los partidos incluidos el PSOE y el PP). Je.

Se creció, y se creció hasta lograr ser el partido más votado en Cataluña. Entonces se hartaron de Barcelona y alguien les convenció de dar el salto a Madrid. Mejor vida para esos valientes, y desolación para sus votantes.


Por el camino se cometieron errores y rectificaciones no excesivamente graves. Se colaron progres en el partido como Carolina Punset, e independentistas que acabaron de candidatas en Cataluña, como Lorena Roldán, pero ¿quién no tiene un pasado en esta época cibernética?

La eurodiputada Carolina Punset deja Ciudadanos con una dura carta

Y así hasta que llegan las elecciones y Albert Rivera se niega a pactar con Sánchez -que nunca quiso pactar con él porque siempre deseó liderar el Frente Popular-. Pero tres días antes de las elecciones, alguien convence a Albert de ofrecer un pacto sin condiciones a Sánchez. Descalabro.

Es curioso que toda la prensa de Madrid -toda toda, toda-  dijo que el problema de Ciudadanos era no haber podido pactar con el PSOE (que no quería pactar con ellos). No fue así. El problema fue ese ofrecimiento de pacto sin condiciones a última hora. Cuando se juega al gallina, el que se raja primero pierde. En ese momento mucha gente dejó de votarles o cambió el voto a VOX o al PP.


Albert se va, y Doña Inés se entrega a Don Pedro. Sin condiciones, totalmente, con el apoyo de Pedro J. Ramírez y algunas decisiones humillantes que nadie debería tener que soportar, y que dan vergüenza ajena. Viraje en redondo en temas de género, desplantes a VOX, aceptación de pactos con comunistas y separatistas. Alguien los convence de que pueden ser el nuevo Centro Democrático y Social. Y efectivamente, lo consiguen. Ridículo en las catalanas y fuera del parlamento de la CAM.


¿Cómo alguien que comienza a ser votado por su negativa a tragarse las ruedas de molino nacionalistas y de izquierda radical se convence de que su supervivencia reside en ser fieles al PSOE? No me lo explico. Los votantes nos fuimos tiempo ha. Si resistimos las ruedas de molino nacionalistas, no te digo nada sobre las ruedas de molino progres.

Ya no estamos. Una pena. Una oportunidad perdida. Tiempo regalado a los totalitarios. A las televisiones. A los periódicos deficitarios. A Pedro J. Al Ibex. Al PUC.



Descanse en paz, Ciudadanos. Como el CDS cuando lo abandonó Suarez y lo adquirió Mario Conde, vivirá dos o tres elecciones más de fracaso en fracaso. Los que puedan se irán colocando en otros partidos tipo PSOE o PP. Y los que no puedan, desaparecerán de la vida política, lo que no tiene por qué ser malo.


Adiós, Ciudadanos. No les acompaño en el sentimiento.