domingo, 17 de mayo de 2020

La derechita GELIPOLLAS


Hay un grupo de juntaletras normalmente muy de centro que cada vez que la izquierda se saca la polla para reírse, minimizar o esconder cosas que no les gustan, tienen un primer momento sarcástico en el que corren hacia ella con la boca muy abierta y las ganas de Linda Lovelace en Deep Throath.

Estos intelestuales bien pagados y remunerados por ciertos chiringuitos mediáticos son los que siempre juegan en campo contrario, con términos y reglas impuestos por la izquierda, tan comprensivos con los que nunca les votarían, como irreverentes con los que si lo hacen, o lo hicieron alguna vez.

Ellos naturalmente no son cuñados, ni cayetanos, ni llevan fachalecos, ni vivien en barrios de ricos, que es donde viven sus padres (y ellos hasta que se fueron de casa). 

Son muy capaces de racionalizar la acerada descalificación izquierdista de corte xenófobo, clasista, racista, sexista u homófoba  -depende del día- como una crítica normal y lógica en cuya base siempre encuentran una parte de razón que lo justifica todo.

Así que se reirán de los insultados junto a los de la polla fuera, y después desde posiciones comprensivas y moderadas rebatirán de forma sutil y educada algo... aunque para compensar pondrán el foco de su crítica sobre lo que ellos piensan que los insultados hacen mal y que en el fondo justifica todos esos insultos de la izquierda.

El año pasado descubrimos a la derechita cobarde. Ya va siendo hora de descubrir a la derechita GELIPOLLAS.


El que quiera que vea el artículo siguiente: A los 'cayetanos' por sus obras los conoceréis https://lacontroversia.com/2020/05/17/a-los-cayetanos-por-sus-obras-los-conocereis/

sábado, 16 de mayo de 2020

A garrotazos, como siempre.


Ha llovido bastante desde que José María García abriera sus programas con la maldita pregunta ¨¿Dónde va el dinero de las quinielas?¨Sí. Se pasó meses repitiéndolo en la SER. Al principio hubo silencio, sonrisas e indiferencia, luego irritación, y finalmente ceses. Algunos jerifaltes de los últimos estertores del franquismo se revolvían cada vez que escuchaban a García con su pregunta. Los españoles nos enteramos de que se habían comprado más de 100 mercedes oficiales con el dinero que en principio estaba destinado a promover el deporte.

García se fue de la SER 5 minutos antes de que le echaran. Pero quedó claro que había tramas de corrupción en los niveles oficiales del Régimen, y su pregunta ayudó a que el dinero que el Estado recaudaba de las apuestas se destinara a la promoción deportiva. A unos cuantos los cesaron.

Después llego la democracia, y tras una transición dificultosa llego el triunfo socialista del 82. ¡Qué ilusión! 202 diputados y supermayoríabsolutísima. Y con ella, llegó el rodillo socialista; La ocupación de la Administración; Las 17 autonosuyas; De 700.000 funcionarios se pasó a más de 2 millones; La OTAN; Rumasa; Y como no, Filesa, Malesa, y Time Sport; La financiación ilegal del PSOE; los convolutos alemanes; Ni Flick ni Flock; las comisiones con el papel del BOE; Presidenta de la Cruz Roja y sus armarios con aire acondicionaldo llenos de abrigos de visón; comisiones en las obras de las casas cuartel de la Guardia Civil; La presidenta de RENFE conduciendo trenes; La Expo de Sevilla; el Quinto Centenario; el Grupo Prisa y Polanco; Las Olimpiadas de Barcelona y como no: Juan Guerra, y Roldán. ¿Corrupción dices?

A Aznar se le crucificó por la guerra de Irak (a la que no fuimos), pero no por escándalos de corrupción.


Después de Aznar llego Zapatero montado en varios cercanías de RENFE. Suceso nunca aclarado y cuyos inductores nunca se han determinado. Creció el numero de parados, la prima de riesgo, subvenciones a los molinillos, a las eléctricas, las puertas giratorias, el coche eléctrico, el calentamiento global, Roures, La Sexta, Bibiana Aido y Leyre Pajín, el 15-M, Rubalcaba y finalmente Rajoy.

Y con Rajoy, Bárcenas, la Gurtel, la Púnica, Brugal, Los poco mencionados casos de Cataluña, Los Pujol, el PNV,  El cupo vasco, los ERES de Andalucía, el 15-M, Soraya y sus dossiers, Montoro y el tráfico de influencias, los chiringuitos de género, los chiringuitos de urgencia climática, los chiringuitos animalistas, el proyecto Gran Simio, los chiringuitos de Errejon y podemos, la financiación de Venezuela, de Irán…


Nihil novo sub sole.

La corrupción se ha multiplicado durante la democracia conforme los partidos se hacían más grandes y poderosos. Siempre ha estado ahí. La partitocracia ha hecho que ya no sean los más capaces los que comanden los partidos, sino los más sumisos y obedientes. Los partidos han seleccionado a sus líderes entre los supervivientes a sus crisis internas. Algunos no han trabajado nunca fuera de la administración.

Y con estos bueyes hay que arar.

Cuando los dos partidos principales evolucionan de esta manera, encerrándose en sí mismos y consiguiendo coimas para sus afiliados y directivos, pero ya no beneficios reales para la población en general, surgen otros partidos nuevos. Ciudadanos en Cataluña, contra el nacionalismo obligatorio. UPyD en el estado, con vocación de bisagra entre los dos partidos principales. Podemos con un nuevo impulso del comunismo y VOX entre los que se han cansado de estar callados y aceptarlo todo de los socialdemócratas. Son la gente espantada de esos partidos monstruo, sucios, llenos de aprovechados, que han salido huyendo hartos porque ya no tienen razón de ser.

Así el PP tras largar a Soraya y sus abanicos, no se ha renovado. No se ha purgado. Esa obsesión de mantener a los timoratos dentro, a los que acatan todas las políticas progresistas y no las enfrentan porque carecen de pensamiento político y solo quieren estar donde haiga, tocando poder y presupuesto. Sin principios, no defienden a sus compañeros de partido, no entran en discusiones con nadie, mantienen una discreción absoluta para evitar que El País, o La Sexta les critique lo más mínimo, porque esos son los únicos medios que lee su jefe. Todo lo demás no importa. Y firman lo que les dice su jefe, como les dice su jefe, y cuando se lo manda su jefe. Maricomplejines es poco para lo que merecen que les llamen.

Y en el PSOE más de lo mismo. Con los peores resultados electorales de su historia, y el menor número de diputados en democracia, su poder reside ahora en los partidos nacionalistas, secesionistas y comunistas con los que se alió para gobernar. Y ahí siguen, donde haiga. A vivir del presupuesto y subvencionar a un montón de chiringuitos para comprar votos militantes. Eso sí, cada vez con menos voto real y directo. 


Naturalmente, las personas competentes se han largado de esos sitios hace mucho tiempo, y ya no les quedan más que los que van a medrar y no les importa mercadear con todo. Y cuando digo con todo, es con todo. Hacen negocios con la compra de batas de papel y mascarillas. Algo de valor ínfimo y fácil de fabricar. Hacen negocio con medicinas, con respiradores, con los sanitarios, con las residencias de ancianos,,, Con todo.

Y así estamos con los dos principales partidos, cuando Ciudadanos decide que ya no lucha contra el nacionalismo obligatorio. Ahora va a convertirse en un partido bisagra entre dos partidos grandes: el PP y el PSOE.

Esto en Inglaterra o en Holanda puede que esté muy bien. Entre dos partidos responsables con gente responsable que aboga por políticas responsables cada uno desde su óptica, una bisagra puede ayudar a reformar las leyes conjuntamente con ellos para reconducir y aplicar las políticas necesarias para mejorar la sociedad.

Pero ¿en España? Entre un PSOE arrastrado a la extrema izquierda más radical y bajo la bota separatista vasca y catalana, y un PP que sigue dando muestra de acobardamiento y renuncia al pensamiento de sus posibles votantes, no hay posibilidad de bisagra ninguna, a no ser que sea para seguir aceptando la financiación de las sociedades apoyadas por Open Soros y compañía, buenos amigos de Garicanos e Igeas, y que huelen igual que la corrupción del PSOE y PP, porque después de todo es más de lo mismo.


Así las cosas, los comunistas y los voxeros son los menos ocultos, porque dicen lo que quieren, y hasta el momento son bastante más claros que la panda partitócrata del trio calavera de los partidos.
¿Confianza en ellos? Mínima. Pero desde luego o lo arreglan éstos, o volveremos a ver sangre en la piel de toro. A garrotazos, como siempre.