Francamente, no entiendo como todo el mundo se mete con Enrique
Ortiz. Qué culpa tiene este hombre de que su nena, la primogénita, se haya
enamorado de un futbolista que en fin... mete los que puede.
Lo de Laurita es un
sacrificio por la causa. Hasta los reyes casaban a sus hijas por razón de
Estado, por el bien de la monarquía y todo eso…. Aunque bien mirado, hay otros
sacrificios que nos vendrían algo mejor.
Laurita podía haberse prendado de Nelson Haedo Valdez, o
incluso de Trezeguet, o si ya nos atrevemos a viajar un poquito fuera de la
terreta, podría haberse encaprichado de Iniesta,.
Sí, ya lo se, Anna Ortiz se nos ha adelantado. Pero todavía
queda Xavi, que aunque está mayor, le queda futbol en sus botas para por lo
menos un par de temporadas. O si los prefieres más jovencitos, ahí está Jordi
Alba, un Marc Gasol en pequeñito. Pura potencia. Incansable los 90 minutos, y la prórroga si es menester.
Y por qué no Sergio Ramos, que tampoco está mal y ahora ha quedado libre según radio macuto. El mismo Mourinho, que tiene un pelo gris muy atractivo. O ir a por el órdago y disputarle Casillas a la Carbonero
Laurita se nos quedó corta. Es la nena de un cacique de
provincias, que no apunta más alto porque prefiere tomar lo que le cae cerca.
No gasta esfuerzo en el asunto. Y ya si eso, el papá le traerá lo que le pida. Y
si no, se quedará sin respirar hasta que pase algo…
Ya puede ir espabilando el Portillo, porque si no, peligra
Parodi, que se gasta unos trajes chulísimos, que recuerdan al José Sacristán de
las películas de Paco Martínez Soria. Incluso Mandiá tiene un
puntito de galán maduro al estilo de Arturo
Fernández. O el mismo Sergio Fernández, que se gasta un pelazo que es la
envidia de medio Alicante.
¿Qué nos deparará el futuro?
El futuro está escrito en las estrellas.
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